Lisa Andersen es una de las pocas estrellas trascendentes del surf. Ha sido cuatro veces campeona del mundo y miembro del Salón de la Fama del Surf, es un auténtico icono del surf. Pero ésta no es una historia sobre el surf. Es la historia de una mujer lo bastante valiente como para ser vulnerable.

Andersen descubrió el surf cuando tenía 13 años, aunque no era lo que sus padres querían. Creían que la playa era peligrosa. Lisa no hizo nada para aliviar sus preocupaciones y acabó en el reformatorio. Su padre rompió su tabla de surf, así que Lisa ideó un plan de escape. Decidió irse a Huntington Beach, dejando una nota que decía: "Me voy a California para ser campeona del mundo de surf". Se quedó sin hogar antes de ser acogida por un maltratador local. Sin suerte en las relaciones, sufrió malos tratos a menudo y tuvo que huir una y otra vez.

Sobre todo cuando se sentía atrapada. En el agua, era otra cosa, y surfeaba como un magnífico desastre. Pero nunca pudo encajar todo, hasta que se le presentó el suicidio profesional. Un embarazo inesperado. A pesar de las objeciones, decidió tener el niño y, al hacerlo, rompió moldes y se convirtió en campeona. Trouble sigue a Lisa en su viaje humano. El surf es un hermoso telón de fondo, pero la verdadera historia es el poema épico de su vida. Es la historia de una mujer americana hecha a sí misma. Es la historia de hoy.



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